jueves, 22 de septiembre de 2022

El aporte de Manuel Belgrano a la cultura y a la educación nacional


Ponencia de la Sra. Museóloga Zulema Cañas Strom, Consejera Académica
Salón de Sesiones "Manuel Belgrano" de la Sede de la Academia Belgraniana 21/09/2022


EL CONSULADO 

Los consulados eran juntas con funciones judiciales en materia económica que además fomentaban la agricultura, la ganadería, las industrias y el comercio. El de Buenos Aires creado por Carlos VI a comienzos de 1794 siendo su primer secretario, nombrado por el monarca, Manuel Belgrano, que regreso de España al Río de la Plata para hacerse cargo de sus funciones, las que desempeño hasta 1810 (con algunas interrupciones en las que fue secundado por Juan José Castelli). Durante 16 años Belgrano intentó poner en practica las ideas económicas fisiocráticas y liberales que había absorbido en España.

Manuel Belgrano, espíritu promotor de las ciencias! 

Los ingenieros navales y militares y médicos graduados de las instituciones de enseñanza surgidas de las reformas borbónicas alimentaban gran parte de la actividad de la ciencia en el Río de la Plata pre revolucionario. La enseñanza de la matemática aplicada constituyo una de las columnas vertebrales de la instrucción científica como también la enseñanza médica. La base institucional de este tipo de actividad fue el Consulado. Desde el Consulado Belgrano, promovió la ciencia como fundamento del comercio (navegación), la agricultura, la industria y conocimiento del territorio. Creó la Academia de Geometría y Dibujo; escuelas agrícolas, de hilanzas de lana y de algodón; de enseñanza primaria, gratuita y obligatoria y escuelas para mujeres.

CREACION DE LA ESCUELA DE NÁUTICA 

La Escuela de Náutica de Argentina fue fundada el 25 de noviembre de 1799 por Manuel Belgrano, uno de los padres de la patria argentina y por Ventura Miguel Marcó del Pont, Síndico del Consulado de Comercio. Es una escuela de formación dependiente de la Armada Argentina y la única institución que forma personal superior de la Marina Mercante en la República Argentina, siendo la Escuela de Náutica la encargada de formar Pilotos de Ultramar y Maquinistas Navales.

Abrió sus cursos en la sede del Consulado, al igual que la Academia de Dibujo. Pedro Antonio Cerviño, ingeniero naval que estaba interesado en la enseñanza de los fundamentos matemáticos de la náutica fue designado maestro principal de la escuela y Juan Alsina, segundo. Las materias que serían enseñadas en el instituto se encuentran contenidas en su Reglamento: se trataba de un plan de estudios extenso y basado en conceptos teóricos y prácticos. Juan de Alsina (ingeniero, geógrafo, cartógrafo, matemático, pedagogo y militar gallego), como miembro de la Comisión Demarcadora de Límites entre las posesiones de España y Portugal. Fue reconocido como un buen piloto, agrimensor general del virreinato y especialista en matemáticas y en astronomía. Se había casado con María Pastora Ruano, con la que dio origen a una distinguida familia porteña. Hijos suyos fueron los jurisconsultos Juan José y Valentín Alsina, y nieto, el doctor Adolfo Alsina.

El maestro principal debía enseñar: la Geometría elemental, y práctica; la trigonometría rectilínea, y esférica; la Hidrografía, el Dibujo, y además podrá destinar el tiempo conveniente para enseñar Álgebra, y su aplicación a la Aritmética, y Geometría: las secciones cónicas; el cálculo diferencial, e integral. Los principios generales de la mecánica, y aplicación de ellos a las máquinas" - Reglamento para la Escuela de Náutica, cuya redacción se encargó al Secretario del Real Consulado, Manuel Belgrano.

Belgrano además de la Escuela de Náutica fundó la Academia de Geometría y Dibujo, a través del Consulado, también abogó por la creación de la Escuela de Comercio y la de Arquitectura y Perspectiva.

LA ACADEMIA DE MATEMATICAS 

La Academia de Matemáticas abierta en Buenos Aires en septiembre de 1810, subvencionada por el Consulado y con la dirección de Felipe Sentenach, tuvo otro carácter que el de la Academia de Náutica, exigido por los nuevos tiempos, posteriores a Mayo: todos los oficiales y cadetes de la guarnición debían ser sus alumnos. La matemática es la ciencia más útil para un militar. Un oficial particular (de infantería) necesitaba conocer cuatro materias: aritmética, geometría plana y trigonometría, geometría práctica y fortificaciones. Los oficiales ingenieros y artilleros debían estudiar otras cuatro: álgebra, secciones crónicas, principios de la mecánica y estática, y nociones generales de geometría.

De nuevo, es Belgrano quién aparece como protector de la nueva Institución. En el discurso inaugural, pronunciado en un festivo 12 de septiembre en los salones de Consulado, con la presencia de la Junta de Gobierno, la Audiencia y al son de música marcial, el futuro vencedor de Salta y Tucumán anunciaba que los jóvenes que seguían la profesión militar hallarían en dicho establecimiento: todos los auxilios que puedan suministrar la ciencia matemática. (publicado en La Gaceta 17 de septiembre de 1810). Una semana antes Belgrano había sido nombrado comandante de la fuerzas de la Banda Oriental y el 22 de ese mes se extendió su autoridad al litoral y al Paraguay.

GRATUIDAD Y LUGAR PARA LAS NIÑAS

Proponía también la gratuidad de la enseñanza para que los pobres pudieran “mandar a sus hijos sin tener que pagar cosa alguna por su instrucción: allí se les podría dictar buenas máximas e inspirarles amor al trabajo, pues un pueblo donde no reine éste, decae el comercio y toma lugar la miseria; las artes que producen abundancia que las multiplica después en recompensa, decaen; y todo, en una palabra, desaparece, cuando se abandona la industria, porque se cree no es de utilidad alguna.”

Otra propuesta fue “poner escuelas gratuitas para las niñas, donde se les enseñase doctrina cristiana, a leer, escribir, coser, bordar, etc., y principalmente, inspirándoles amor al trabajo, para separarlas de la ociosidad.”

CRONISTA DE VIAJE 

Otro factor importante en el desarrollo de las ideas de Manuel Belgrano fue que mantuvo una fluida correspondencia con los diputados en las distintos provincias, a quienes solicitaba información detallada sobre las características geográficas y de las producciones locales. También realizó decenas de viajes de reconocimiento a los diferentes territorios, hecho que le permitió conocer las condiciones económicas y sociales de las poblaciones. Belgrano elaboró para el Consulado un detallado registro de cada una de sus experiencias y recorridos, por lo que hoy podemos decir que fue nuestro primer cronista de viajes.

Belgrano y su participación en los periódicos del Virreinato En su vuelta a Buenos Aires, Manuel Belgrano convence al militar, abogado y escritor Francisco Antonio Cabello y Mesa de fundar un periódico. En abril de 1801 apareció el Telégrafo Mercantil, Rural, Político, Económico e Historiográfico del Río de la Plata. Junto a Juan José Castelli y Domingo de Azcuénaga, los hombres que más tarde conformarían el primer gobierno patrio, publican artículos sobre agricultura, debaten sobre recursos provinciales y los nuevos horizontes del comercio. El periódico logró publicar 110 números y fue clausurado por orden del Virrey del Pino el 17 de octubre de 1802. Sin embargo, un mes antes de su cierre Juan Hipólito Vieytes, el hombre de la jabonería, lanzó el Semanario de Agricultura, Industria y Comercio.

El comercio: Hacia el siglo XVIII, la corona española (ahora a cargo de los Habsburgo) inició la liberación del comercio colonial. Se flexibilizaron sus reglas, por ejemplo permitiendo el desembarco de mercancía en otros puertos además del de Sevilla, que hasta ese momento era el puerto exclusivo de este comercio.

En este semanario Manuel Belgrano plasmó varias de sus ideas sobre educación según los artículos publicados en 1802 titulados "Educación Moral" o "Educación político moral" se dirige a los jóvenes destacando la importancia de formar una población de "hombres industriosos y ocupados" con una sólida formación moral y cristiana: "el único molde en que pueden vaciarse los hombres grandes". 

También se ocupa de la enseñanza de los niños y aconseja a sus padres para instruirlos en el conocimiento de la geometría, la geografía, la práctica y teoría de la agricultura, además de la lectura y escritura. "El amor a nuestros semejantes es obra de la naturaleza; pero el dirigirnos hacia los deberes de verdaderos ciudadanos es una sagrada obligación que nos impone la sociedad".

LAS ESCUELAS DEL NORTE ... LEGADO BELGRANIANO 

En 1813, la Asamblea Constituyente premió a jefes y soldados por las batallas de Salta y Tucumán y obsequió a Belgrano cuarenta mil pesos, un sable con guarnición de oro y una medalla al valor, único objeto que Belgrano conservó hasta su muerte. Pero Belgrano respondió con abnegación y desinterés: el dinero –creía degradaba la virtud y el talento entregado en defensa de la revolución. Donó ese dinero para la construcción de cuatro escuelas en en Tarija, Salta, Tucumán y Santiago del Estero,

 En 1818, las provincias beneficiarias hicieron un reclamo en conjunto al Director Supremo Juan Martín de Pueyrredón que fue respondido en 1823 por Bernardino Rivadavia quien sostuvo que no había podido dar con los fondos. Diez años después el gobernador de Buenos Aires, Juan Ramón Balcarce, admitió oficialmente que ese dinero formaba parte de la enorme deuda de la provincia de Buenos Aires. En 1858, Amadeo Jacques, reflotó el tema y en 1870, el Estado bonaerense reconoció públicamente que los fondos existían. En 1882, los fondos belgranianos pasaron a una ingeniosa cuenta llamada Fondos Públicos Primitivos, cuenta en la que durante cuarenta y cinco trimestres, el Banco Provincia dispuso de los recursos donados por Belgrano, sin pagar un centavo de interés.

JUJUY: Hubo que llegar al año 2000 y que los fondos fueran financiadas por la provincia de Jujuy, ya que los sucesivos gobiernos centrales nunca enviaron, para que se anuncie el reinicio de la obra. Un inicio trunco porque la empresa adjudicataria de la licitación quebró. Un año después se volvió a licitar, pero la empresa desistió de la obra por lo que en 2002 se rescindió el contrato que se adjudicó a una nueva empresa que construyó diez aulas para el nivel primario, una sala de informática, sanitarios, un salón de usos múltiples, un jardín de infantes, ocho aulas para nivel secundario, dos aulas especiales, biblioteca y patio. La escuela, que lleva el número 452 y Legado belgraniano como nombre, está emplazada en el humilde barrio de Campo Verde, a tres kilómetros del centro de San Salvador de Jujuy. Costó a 700.000 dólares y fue inaugurada el 7 de julio de 2004.

TARIJA: En tiempos de la donación Tarija formaba parte de Salta. Tras la independencia del Alto Perú, la villa eligió integrarse a la flamante República Bolivia donde hoy se erige la Unidad Educativa General Manuel Belgrano que se construyó con dinero argentino y fue inaugurada en 1974 durante la tercera presidencia de Juan Domingo Perón. Tras Ayacucho, el ayuntamiento de Villa Bernardo de la frontera de Tarija declara que “con la donación que mandó fundar el excelentísimo señor general don Manuel Belgrano de inmortal memoria, reúna las cualidades que exige el reglamento del expresado señor general: debíamos mandar y mandamos que desde el día de mañana 17 del corriente, se abra la Escuela Pública de primeras letras para la instrucción de la juventud.”

Durante años, Jujuy y Tarija compartieron gestión de cobranzas hasta que pasó a la jurisdicción de la República de Bolivia. El complejo ocupa una manzana de superficie, en la que funcionan desde entonces cuatro escuelas de nivel primario y secundario.

TUCUMÁN: En 1975, el gobierno de Tucumán creó por ley la Escuela de la Patria en homenaje de la primera escuela pública. Ésta debería ocupar el lugar donde se establecieron la Escuela Lancasteriana en 1832 y la escuela pública en el Convento de la Merced en 1856 y que funcionaron según la reglamentación de Belgrano. En diciembre de 1976 se creó la comisión de rigor para intentar concretar la iniciativa frustrada en 1818, 1823, 1832, 1833 y 1870, y gestionar ante la Nación los fondos. Se eligió el lugar y en 1981 se puso la piedra fundamental de una obra que recién en 2001 comenzó a funcionar.

SANTIAGO DEL ESTERO: La Escuela de Santiago del Estero, fue inaugurada por el gobernador Felipe Ibarra, con fondos propios, en mayo de 1882, y funcionó hasta 1926. Fue reinaugurada recién el 15 de julio de 1999 en Loreto. Una de las preguntas que surge es por qué Belgrano decidió legar una escuela en Santiago y no en Salta donde logró la victoria. Se especulan con dos razones: la primera es que a diferencia de la ciudad de Lerma, Santiago no contaba con escuela pública primaria. La otra sería de índole afectiva y se relaciona con su abuelo materno, Juan Manuel González Islas, oriundo del santiagueño pueblo de Loreto, en donde se asentaba El yugo, un establecimiento rural en el que el creador de la bandera pasó algunas temporadas.

El reglamento de Belgrano - Los veintidós artículos demuestran que el donante se regía por los lineamientos del gran educador suizo Enrique Pestalozzi. Además, se concentró en la financiación. Explicaba que si a cada provincia se le entregaban diez mil pesos, el interés anual que obtendrían sería de quinientos por escuela. Ese dinero tenían que utilizarlo de la siguiente manera: cuatrocientos pesos para pagar el sueldo del maestro (era una buena remuneración) y cien para asistir a los padres de bajos recursos con los elementos para el aula: papel, tinta y libros. En caso de que hubiera un excedente, se emplearía para comprar premios para estímulo de los estudiantes más destacados. Este reglamento terminó siendo utilizado en Santiago de Chile, en Córdoba y en algunas otras ciudades del país. Fue modelo para escuelas que estaban formándose en el territorio.

CORREO DE COMERCIO 

El Correo de Comercio fue un periódico de Buenos Aires publicado al final de la etapa virreinal y durante los primeros tiempos de gobiernos autónomos, del 3 de marzo de 1810 al 6 de abril de 1811. Historia El Correo de Comercio se publica entre el 3 de marzo de 1810 (si bien el “Prospecto” es anterior al 24 de enero, fecha en la que el virrey Baltasar Hidalgo Cisneros autoriza la circulación del periódico) y el 6 de abril de 1811. A partir del número ocho, del 21 de abril de 1810, agrega “de Buenos-Aires” en la segunda línea del título, en tipografía menor. Salía cada sábado.

SUSCRIPCIÓN: Se dará de este Periódico un pliego en el sábado de cada semana, y un medio pliego de suplemento; y se suscribirá á el en la Imprenta de Niños Expósitos; siendo su precio el de un peso al mes para los de esta Capital, diez reales para los Pueblos comprehendidos en esta Administración principal de Correos, y doce reales para los del Perú y Chile, no admitiéndose suscripción para esta Ciudad por menos de tres meses, y de seis para los de fuera; debiéndose anticipar su importe, y recibiéndolo en sus casas los de esta ciudad; y fuera, francos de todo porte.

Su principal redactor fue Manuel Belgrano, secretario del Real Consulado de Comercio cuando se comienza a editar. También colaboraron Pedro Antonio Cerviño y Juan Hipólito Vieytes. En buena medida fue el "sucesor" del periódico redactado por este último, el Semanario de Agricultura, Industria y Comercio, dada su concentración en materias económicas.

 Proponía, en síntesis, una educación para elevar las condiciones de vida. Fisiócrata, no creía en que la disponibilidad infinita de ganado fuera una bendición sino una oportunidad. En ese sentido proponía “traer de Europa a maestros curtidores, o en enviar seis estudiantes a capacitarse en dicho oficio” o aplicar las Matemáticas para mejorar las maquinarias y potenciar la agricultura.

CRÍA DE GANADOS

La ganadería es el pilar más importante de la economía del Río de la Plata. Se exportan cabezas de ganado a todo el continente y es un producto “trascendental” para Europa. Pero los hacendados atraviesan varias dificultades. El primer problema que menciona respecto de la ganadería es la exportación de hembras, lo cual afecta el desarrollo de la actividad en estas provincias. Se aconseja la prohibición de vender las hembras fuera de la provincia, porque de este modo se desarrolla la ganadería en otras que compiten en su comercio. El artículo continúa con la identificación de grupos sociales que afectan el trabajo de los hacendados.

Si bien el autor se opone a establecer un límite máximo a la cantidad de hectáreas que puede tener un hacendado, deben evitarse las grandes propiedades pertenecientes a hombres de grandes fortunas que las acaparan sin que las aprovechen en toda su extensión. Otro grupo de individuos que afectan el trabajo de los criadores de ganado son aquellos que, sin tener tierras propias, crían caballos, porque su actividad afecta a los campos vecinos de varias maneras. El autor aconseja que se los envíe a la frontera y ocupen campos realengos, en donde podrán dedicarse a la agricultura bajo la supervisión de jueces, comandantes y curas.

Los hacendados también se ven perjudicados por los comerciantes de ganado, los cuales suelen estafarlos aprovechándose de la ignorancia de los primeros. Los pulperos resultan otro gran perjuicio, porque acopian cueros, suero y grasa que compran de ladrones de ganado. Por último, se recomienda designar “un sugeto comisionado con tropa correspondiente” para ofrecer seguridad en el campo, así como el empadronamiento de los habitantes de la campaña, que permitiría identificar aquellos que viven del robo.

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