sábado, 2 de agosto de 2025

Alocución del Señor Académico Presidente en ocasión de la imposición de la Medalla Académica a santa María Antonia de Paz y Figueroa

 


Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano, figura clave en nuestra independencia, abogado, economista, periodista y líder militar, fue el más espiritual de nuestros próceres. Su vida, iluminada por el estudio, encontró refugio en el incienso de la religión.  Como aseverara Mario Belgrano: “fue un creyente sincero de profunda fe católica”. Podríamos afirmar, sin equivocarnos, que Manuel Belgrano fue un Libertador de perfil evangélico.

María Antonia de Paz y Figueroa, fue una extraordinaria laica que se convirtió en la primera compatriota en llegar a los altares. Nacida en el seno de una familia prominente de Santiago del Estero, dedicó su vida a promover los ejercicios espirituales ignacianos tras la expulsión de los jesuitas de las colonias españolas en 1767. Mama Antula, como la conocemos cariñosamente, viajó extensamente, a menudo descalza, por vastos territorios del Virreinato para finalmente fundar la Santa Casa de Ejercicios Espirituales de Buenos Aires.

La relación entre Manuel Belgrano y María Antonia de Paz y Figueroa, no fue una "amistad" en el sentido moderno del término, sino una relación fraterna basada en la admiración, el apoyo familiar y, fundamentalmente, en una profunda espiritualidad compartida.

Tanto Mama Antula como la familia materna del general Belgrano tenían raíces en Santiago del Estero. Los padres de Manuel Belgrano, inscriptos en la Venerable Orden Tercera de Santo Domingo y en la Cofradía del Santísimo Rosario, apoyaron, ayudaron y hospedaron a María Antonia en sus inicios cuando llegó a la gran aldea porteña, lo que sugiere un vínculo de larga y estrecha confianza.

Mama Antula dedicó su vida a difundir los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola. La Santa Casa de Ejercicios que ella fundó en Buenos Aires se convirtió en un centro crucial de formación espiritual para la élite de la época. Manuel Belgrano, junto con otros futuros próceres de la independencia como Miguel de Azcuénaga, Cornelio Saavedra, y hasta el virrey Santiago de Liniers, participaron en estos piadosos ejercicios.

Estos retiros espirituales, con su énfasis en el silencio, la reflexión, el discernimiento y la búsqueda de la voluntad divina, se consideran un elemento formativo importante en el ambiente pre-revolucionario de Buenos Aires. Belgrano, un hombre de profunda fe y principios, encontraba en ellos apoyo a sus convicciones y un afianzamiento en el compromiso con el bien común y la patria.

Tanto Mama Antula como Belgrano eran profundamente devotos de la Virgen María, ambos rezaban el Santo Rosario con compasiva frecuencia, encontrando en él una trascendente herramienta espiritual que los portaba directamente al Corazón Inmaculado de la Madre del Creador.

Como mencionamos precedentemente, Mama Antula, a través de su incansable labor espiritual y gracias a la difusión de los Ejercicios Ignacianos, contribuyó a moldear el espíritu y la moral de muchos de los hombres que, como Belgrano, liderarían la Revolución de Mayo y la gesta independentista de Argentina. Su influencia se extendió al ámbito de los valores y principios que sentarían las bases de la nueva nación. Estos ejercicios contribuyeron, como ya dijimos, a fomentar un espíritu de reflexión y discernimiento entre estos líderes durante un momento crucial de nuestra historia.

La Casa de Ejercicios Espirituales de Mama Antula, autorizada es sus inicios, allá por 1794, por el virrey Vértiz y el Cabildo de Buenos Aires, fue y es un lugar de encuentro para personas de todas las clases sociales, incluyendo a importantes figuras de la época pre-revolucionaria y de la independencia argentina, como Manuel Belgrano, quienes presentaban allí sus preces al Altísimo. La Casa de Ejercicios continúa siendo un centro de espiritualidad y un testimonio de amor del legado de Mama Antula.

La Basílica Nuestra Señora de la Piedad, donde ahora nos encontramos, tiene también un vínculo muy estrecho y significativo con la Santa. De hecho, es uno de los lugares más importantes en Buenos Aires relacionados con su vida y legado, así como la Santa Casa de Ejercicios.

Esta iglesia fue el primer templo que Mama Antula visitó al llegar a Buenos Aires, una ciudad inicialmente reacia a sus esfuerzos por difundir los Ejercicios Espirituales de San Ignacio. En un momento de adversidad, cuando incluso le tiraban piedras e insultaban, María Antonia, encontró aquí refugio. Seguramente el hecho más trascendental es que Mama Antula pidió ser sepultada en esta Basílica de la Piedad.

Hoy, 1 de agosto de 2025, la Academia Belgraniana de la República Argentina, el Círculo de Damas Belgranianas y el Círculo de Jóvenes Belgranianos luego de haber celebrado la Santa Misa, estamos congregados al pie de su monumento donde sus restos descansan.

Como humildes peregrinos queremos expresar público testimonio de reconocimiento a doña María Antonia de Paz y Figueroa, designada "Dama Belgraniana post mortem" hace diez años, en 2015. 

Su imagen vestida con una capa jesuítica, una cruz al hombro y un libro de oraciones, honrando su memoria y su incansable labor, lleva ahora la Medalla Académica como ofrenda de la Academia Belgraniana de la República Argentina, conmemorando así su legado, perpetuando su memoria y haciendo visible el reconocimiento de esta Entidad Patriótica a su santidad; santidad que es modelo y guía para todos los argentinos.

Belgrano y Mama Antula llevaron una pesada cruz, sufrieron para alcanzar la Libertad, no para sí, sino para sus prójimos. Honor a Manuel Belgrano!  Gloria a Mama Antula!.


Prof. PhD D. Rubén Alberto Gavaldá y Castro

Académico Presidente

Basílica Nuestra Señora de la Piedad, 

Buenos Aires, 1 de agosto de 2025

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