sábado, 3 de junio de 2023

Discurso del Señor Presidente de la Academia Belgraniana en ocasión del 253 aniversario del natalicio del General don Manuel Belgrano


Compatriotas, buenos días!

Nos congregamos hoy, 3 de junio de 2023, para conmemorar al General Manuel Belgrano y agradecer a Dios por el regalo de su vida.

Con 20 años ya era un notable ser instruido y educado. A su regreso de España trae consigo la versión castellana del compendio de la obra de Adam Smith, donde postula la conveniencia del libre comercio y la división del trabajo. Dos años después, el periodista adelantado a su tiempo, edita su propio trabajo con el nombre de “Principios de la Ciencia Económica y Política”.

Héroe de la emancipación sudamericana, fue el hombre que imaginó una nación, aun por construir, exenta del desarraigo del individualismo y de la exclusión.

Es justo destacar que el reconocimiento histórico de la vida de Belgrano no ha sido totalmente justo en lo profundo de su trascender. Muchos solo lo vinculan con la creación de nuestro Pabellón, símbolo patrio que esperó cuatro años en ser reconocido como tal por la Asamblea Soberana del Congreso de Tucumán reunido en San Miguel en 1816.

En la villa de Rosario, inmediata y previamente a la creación de la Bandera solicita al Triunvirato la Escarapela Nacional que el ejército a su cargo debía utilizar para diferenciarse de los enemigos; ante ello, es justo reafirmar - ante su mausoleo- que la República reconoce en él al Padre de la emblemática nacional; la diversidad de símbolos que nos ha dejado dan crédito de este rasgo indiscutido de quien sabía comunicar y estimular, de quien sabía hacer y testimoniar historia.

Belgrano, el ciudadano ilustre, letrado y economista, capitán honorario de las milicias urbanas, sargento de Patricios en la defensa de Buenos Aires, regimiento en el que aprendió los rudimentos del manejo de armas, advenido a militar de la independencia, enjuiciado por sus pares de Mayo, encarcelado por los agitadores de entonces, con el tiempo se convirtió en el hombre público de sólidos proyectos para el desarrollo agropecuario y la industria, colocador de la producción rural en el centro de toda actividad económica, fue consciente de la creciente demanda mundial de alimentos. 

Mucho se escribió y se seguirá escribiendo sobre Manuel Belgrano, sobre sus estudios y proyectos, sus victorias y derrotas militares, sus amores y sus motivaciones, aunque poco se destaca su vocación por la enseñanza pública y sus definidas ideas sobre el desarrollo de la economía como un proceso armónico socio-cultural.

Como sucintamente mencionamos Manuel Belgrano, el abogado porteño que llegó a ser Prócer Americano, dejó marcados jalones profundos e hitos indiscutidos en la historia de la patria, que fueron, son y serán ejemplos para los habitantes de este suelo.

Nacido un día como hoy, pero de 1770, entrega su vida entera durante 50 años a la tierra que lo vio nacer y que estupefacta observa la soledad de honores, con la que abandona su alma aquel cuerpo agobiado, el 20 de junio de 1820.

El hijo pródigo de Buenos Aires muere en plena guerra civil entre las Provincias Unidas y la Metrópoli. No fue noticia quizás porque las mezquindades personales enceguecieron a los políticos de entonces o porque no era noticia recordar que el propio general San Martín había querido compartir con Belgrano sus planes de campaña, teniendo en cuenta su formación y su experiencia, su conocimiento de esta tierra, de sus pobladores aborígenes e indianos.

Abandonado de todo y reducido a una estrecha pero digna pobreza, solo era visitado por amigos que “generosamente” le adelantaron el dinero para sus perentorias necesidades. En ese entonces y cuando la enfermedad que lo aquejaba se lo permitía, montaba a caballo y recorría solo y triste el campo de su antigua gloria.

Hoy frente a este magnífico mausoleo donde descansan sus restos, la Academia Belgraniana de la República Argentina renueva su compromiso público de esforzarse cada día por ser centro de investigación científica y de divulgación del mensaje del general Manuel Belgrano en el más alto nivel; y hace suyas las palabras que prenunciara la Presidencia de la República en aquel 24 de septiembre de 1873 cuando el Monumento Ecuestre del General Belgrano fuera descubierto e inaugurado oficialmente en Plaza de Mayo:“del General Belgrano puede decirse fue grande sin pretenderlo y encontró la gloria sin buscarla, en el camino del deber”.

Como homenaje a su legado evocamos la palabras textuales del general Belgrano alertando al general San Martín: “la guerra allí no solo la ha de hacer usted con la armas, sino con la opinión, afianzándose siempre en las virtudes morales, cristianas y religiosas, pues los enemigos nos la han hecho llamándonos herejes, y solo por este medio han atraído gentes bárbaras a las armas manifestándoles que atacábamos a la religión.

No se deje llevar por opiniones exóticas, ni de hombres que no conocen el país que pisan. Por este medio conseguirá usted tener al ejército bien subordinado, pues él, al fin, se compone de hombres educados en la religión católica que profesamos.

No deje de implorar a Nuestra Señora de las Mercedes, nombrándola siempre nuestra Generala y no olvide los escapularios de la tropa, deje usted que se rían, los efectos le resarcirán a usted de la risa de los mentecatos que ven las cosas por encima.

Acuérdese usted que es General cristiano apostólico romano, impida que aún en las conversaciones triviales se falte el respeto a nuestra santa religión”.

Las virtudes morales, cristianas y cívicas del general Manuel Belgrano, fueron y son siempre motivo de inspiración y emulación para los argentinos. Por ello es justo y necesario tener presente siempre al Creador de la Enseña que nos distingue de las demás naciones del mundo, quien estando en Jujuy, el 25 de mayo de 1813, en el  Art. 18 del Reglamento para el establecimiento de las cuatro escuelas dijo:

"El Maestro procurará con su conducta y en toda sus expresiones y modos inspirar á sus Alumnos, amor al orden, respeto á la Religión, moderación y dulzura en el trato, sentimientos de honor, amor á la verdad y á las Ciencias, horror al vicio, inclinación al trabajo, despego del interés, desprecio de todo lo que diga á profusión, y luxo en el comer, vestir y demás necesidades de la vida, y un espíritu nacional, que les haga preferir el bien público al privado, y estimar en mas la calidad de Americano, que la de Extranjero."

Bartolomé Mitre en “Historia de Belgrano” atribuye a don Manuel la siguiente expresión: “el hombre que cultiva su trato se hace amable y sensible, se acostumbra a ser delicado y muestra tener nobles inclinaciones”, pues ¡así es!

Y siendo vocal del Primer Gobierno Patrio, este cuerpo elegido en 1810, el 28 de mayo emitió el primer reglamento protocolar del país conocido como la “Introducción para el Despacho y Ceremonial” o “Reglamento para el Ejercicio de la autoridad de la Junta Gubernativa del Río de la Plata”; así mismo corresponde mencionar también que con fecha 6 de diciembre del mismo año, una nueva disposición de la Junta revoca y anula en todas sus partes lo que había estipulado en el orden del día del 28 de mayo.

Más allá de ello, quedó establecido un nuevo ceremonial en los albores de la Patria: “igualdad entre presidente y vocales; los honores serán a todos los miembros de la Junta y no solo a quien la preside; la Junta ya no tendría ni escoltas, ni comitivas ni ningún otro aparato que los distinga de los demás ciudadanos; se prohíbe todo brindis, viva o aclamación publica a favor de individuos particulares de la Junta”, y agrega “si estos son justos vivirán en el corazón de sus conciudadanos” “no se podrá brindar sino por la Patria y por la felicidad publica”; entre otras disposiciones.

Empero fue así que aquella instancia del día 28 de mayo de 1810 se tomó como referente para declarar el Día Nacional del Ceremonial de este país y Belgrano fue parte de la misma, lo que coloca a nuestro Prócer, del que hoy recordamos su nacimiento, como guía y faro en el arte de la convivencia y artífice también del protocolo de este país y del ceremonial que atañe a sus ciudadanos.

Finalizando traigo al presente las palabras que el Fundador de la Academia Belgraniana Prof. Jorge Gulló y Paternó expusiera el 8 de junio de 2020 en el ciclo homenaje al general Manuel Belgrano “la historia de Belgrano está por escribirse, y deseo que las generaciones de argentinos redescubran a Belgrano y tengan la valentía de decir la verdad y hacer justicia. Hemos nacido para hacer justicia, porque Dios es justicia”.

Gloria eterna al creador de nuestra Enseña!

Gloria eterna al Hijo ilustre de esta tierra!

Gloria eterna al virtuoso americano!

Gloria eterna al Primer Constitucionalista!

Gloria eterna al Precursor de la unidad hispanoamericana!

Gloria eterna al Libertador de Pueblos!

Gloria eterna al Padre de la libertad de la Patria establecida!

Gloria al paladín que sustenta nuestra historia!

Gloria eterna al Prócer de los próceres!

Gloria eterna al General Manuel Belgrano!

 

Nada silenciará su legado.

Muchas gracias.

 

Prof. Rubén Alberto Gavaldá y Castro

Académico Presidente

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