Compatriotas, buenos días!
Nos congregamos hoy, 3
de junio de 2023, para conmemorar al General Manuel Belgrano y agradecer a Dios
por el regalo de su vida.
Con 20 años ya era un
notable ser instruido y educado. A su regreso de España trae consigo la versión
castellana del compendio de la obra de Adam Smith, donde postula la conveniencia
del libre comercio y la división del trabajo. Dos años después, el periodista adelantado a
su tiempo, edita su propio trabajo con el nombre de “Principios de la Ciencia Económica y Política”.
Héroe de la
emancipación sudamericana, fue el hombre que imaginó una nación, aun por
construir, exenta del desarraigo del individualismo y de la exclusión.
Es justo destacar
que el reconocimiento histórico de la vida de Belgrano no ha sido totalmente
justo en lo profundo de su trascender. Muchos solo lo vinculan con la creación
de nuestro Pabellón, símbolo patrio que esperó cuatro años en ser reconocido
como tal por la Asamblea Soberana del Congreso de Tucumán reunido en San Miguel
en 1816.
En la
villa de Rosario, inmediata y previamente a la creación de la Bandera solicita
al Triunvirato la Escarapela Nacional que el ejército a su cargo debía utilizar
para diferenciarse de los enemigos; ante ello, es justo reafirmar - ante su
mausoleo- que la República reconoce en él al Padre de la emblemática nacional;
la diversidad de símbolos que nos ha dejado dan crédito de este rasgo
indiscutido de quien sabía comunicar y estimular, de quien sabía hacer y
testimoniar historia.
Belgrano,
el ciudadano ilustre, letrado y economista, capitán honorario de las milicias
urbanas, sargento de Patricios en la defensa de Buenos Aires, regimiento en el
que aprendió los rudimentos del manejo de armas, advenido a militar de la
independencia, enjuiciado por sus pares de Mayo, encarcelado por los agitadores
de entonces, con el tiempo se convirtió en el hombre público de sólidos
proyectos para el desarrollo agropecuario y la industria, colocador de la
producción rural en el centro de toda actividad económica, fue consciente de la
creciente demanda mundial de alimentos.
Mucho se
escribió y se seguirá escribiendo sobre Manuel Belgrano, sobre sus estudios y
proyectos, sus victorias y derrotas militares, sus amores y sus motivaciones,
aunque poco se destaca su vocación por la enseñanza pública y sus definidas
ideas sobre el desarrollo de la economía como un proceso armónico socio-cultural.
Como sucintamente
mencionamos Manuel
Belgrano, el abogado porteño que llegó a ser Prócer Americano, dejó marcados
jalones profundos e hitos indiscutidos en la historia de la patria, que fueron,
son y serán ejemplos para los habitantes de este suelo.
Nacido un
día como hoy, pero de 1770, entrega su vida entera durante 50 años a la tierra
que lo vio nacer y que estupefacta observa la soledad de honores, con la que
abandona su alma aquel cuerpo agobiado, el 20 de junio de 1820.
El hijo
pródigo de Buenos Aires muere en plena guerra civil entre las Provincias Unidas
y la Metrópoli. No fue noticia quizás porque las mezquindades personales
enceguecieron a los políticos de entonces o porque no era noticia recordar que
el propio general San Martín había querido compartir con Belgrano sus planes de
campaña, teniendo en cuenta su formación y su experiencia, su conocimiento de
esta tierra, de sus pobladores aborígenes e indianos.
Abandonado
de todo y reducido a una estrecha pero digna pobreza, solo era visitado por
amigos que “generosamente” le adelantaron el dinero para sus perentorias
necesidades. En ese entonces y cuando la enfermedad que lo aquejaba se lo
permitía, montaba a caballo y recorría solo y triste el campo de su antigua
gloria.
Hoy
frente a este magnífico mausoleo donde descansan sus restos, la
Academia Belgraniana de la República Argentina renueva su compromiso público de
esforzarse cada día por ser centro de investigación científica y de divulgación
del mensaje del general Manuel Belgrano en el más alto nivel; y hace suyas las
palabras que prenunciara la Presidencia de la República en aquel 24 de
septiembre de 1873 cuando el Monumento Ecuestre del General Belgrano fuera descubierto e inaugurado
oficialmente en Plaza de Mayo:“del General Belgrano puede
decirse fue grande sin pretenderlo y encontró la gloria sin buscarla, en el
camino del deber”.
Como
homenaje a su legado evocamos la palabras textuales del general Belgrano
alertando al general San Martín: “la
guerra allí no solo la ha de hacer usted con la armas, sino con la opinión,
afianzándose siempre en las virtudes morales, cristianas y religiosas, pues los
enemigos nos la han hecho llamándonos herejes, y solo por este medio han
atraído gentes bárbaras a las armas manifestándoles que atacábamos a la
religión.
No se deje llevar por opiniones exóticas, ni de
hombres que no conocen el país que pisan. Por este medio conseguirá usted tener
al ejército bien subordinado, pues él, al fin, se compone de hombres educados
en la religión católica que profesamos.
No deje de implorar a Nuestra Señora de las Mercedes,
nombrándola siempre nuestra Generala y no olvide los escapularios de la tropa,
deje usted que se rían, los efectos le resarcirán a usted de la risa de los
mentecatos que ven las cosas por encima.
Acuérdese usted que es General cristiano apostólico
romano, impida que aún en las conversaciones triviales se falte el respeto a
nuestra santa religión”.
Las
virtudes morales, cristianas y cívicas del general Manuel Belgrano, fueron y
son siempre motivo de inspiración y emulación para los argentinos. Por ello es
justo y necesario tener presente siempre al Creador de la Enseña que nos
distingue de las demás naciones del mundo, quien estando en Jujuy, el 25 de
mayo de 1813, en el Art. 18 del
Reglamento para el establecimiento de las cuatro escuelas dijo:
"El Maestro procurará con su conducta y en toda
sus expresiones y modos inspirar á sus Alumnos, amor al orden, respeto á la
Religión, moderación y dulzura en el trato, sentimientos de honor, amor á la
verdad y á las Ciencias, horror al vicio, inclinación al trabajo, despego del
interés, desprecio de todo lo que diga á profusión, y luxo en el comer, vestir
y demás necesidades de la vida, y un espíritu nacional, que les haga preferir
el bien público al privado, y estimar en mas la calidad de Americano, que la de
Extranjero."
Bartolomé
Mitre en “Historia de Belgrano” atribuye
a don Manuel la siguiente expresión: “el
hombre que cultiva su trato se hace amable y sensible, se acostumbra a ser
delicado y muestra tener nobles inclinaciones”, pues ¡así es!
Y siendo
vocal del Primer Gobierno Patrio, este cuerpo elegido en 1810, el 28 de mayo
emitió el primer reglamento protocolar del país conocido como la “Introducción para el Despacho y
Ceremonial” o “Reglamento para el
Ejercicio de la autoridad de la Junta Gubernativa del Río de la Plata”; así
mismo corresponde mencionar también que con fecha 6 de diciembre del mismo año,
una nueva disposición de la Junta revoca y anula en todas sus partes lo que
había estipulado en el orden del día del 28 de mayo.
Más allá
de ello, quedó establecido un nuevo ceremonial en los albores de la Patria: “igualdad entre presidente y vocales; los
honores serán a todos los miembros de la Junta y no solo a quien la preside; la
Junta ya no tendría ni escoltas, ni comitivas ni ningún otro aparato que los
distinga de los demás ciudadanos; se prohíbe todo brindis, viva o aclamación
publica a favor de individuos particulares de la Junta”, y agrega “si estos son justos vivirán en el corazón
de sus conciudadanos” “no se podrá brindar sino por la Patria y por la
felicidad publica”; entre otras disposiciones.
Empero
fue así que aquella instancia del día 28 de mayo de 1810 se tomó como referente
para declarar el Día Nacional del Ceremonial de este país y Belgrano fue parte
de la misma, lo que coloca a nuestro Prócer, del que hoy recordamos su
nacimiento, como guía y faro en el arte de la convivencia y artífice también del
protocolo de este país y del ceremonial que atañe a sus ciudadanos.
Finalizando
traigo al presente las palabras que el Fundador de la Academia Belgraniana
Prof. Jorge Gulló y Paternó expusiera el 8 de junio de 2020 en el ciclo
homenaje al general Manuel Belgrano “la
historia de Belgrano está por escribirse, y deseo que las generaciones de
argentinos redescubran a Belgrano y tengan la valentía de decir la verdad y
hacer justicia. Hemos nacido para hacer justicia, porque Dios es justicia”.
Gloria
eterna al creador de nuestra Enseña!
Gloria
eterna al Hijo ilustre de esta tierra!
Gloria
eterna al virtuoso americano!
Gloria
eterna al Primer Constitucionalista!
Gloria
eterna al Precursor de la unidad hispanoamericana!
Gloria
eterna al Libertador de Pueblos!
Gloria eterna
al Padre de la libertad de la Patria establecida!
Gloria al
paladín que sustenta nuestra historia!
Gloria
eterna al Prócer de los próceres!
Gloria
eterna al General Manuel Belgrano!
Nada
silenciará su legado.
Muchas
gracias.
Prof. Rubén Alberto Gavaldá y Castro
Académico Presidente
Convento de Santo Domingo, 3 de junio de 2023