sábado, 14 de junio de 2025

Belgrano y la impronta de Bonaparte en América

 


La Academia Belgraniana de la República Argentina acerca el pensamiento del Académico y Primer Presidente de la ABRA profesor Jorge Gulló y Paternó sobre Manuel Belgrano. 

Son desgravaciones del Ciclo homenaje al General Manuel Belgrano que la Entidad Patriótica realizó en junio de 2020. Moderador: Académico profesor Rubén Alberto Gavaldá y Castro. Desgravación a cargo de la Dama Belgraniana Sra. Liliana Videla y del Consejero Académico Sr. Ernesto Martinchuk.


Academia Belgraniana de la República Argentina
Rectora de los Estudios Belgranianos

1965 - 60 Aniversario - 2025


Belgrano y la impronta de Bonaparte en América.

-   Señor Presidente de la Academia Belgraniana de la ilustre, Academia Belgraniana. El General Belgrano, antes de serlo, era un defensor de ríos, de lo que pasaba en el tema ambiental. Podemos decir que el General tenía una estrecha relación con esa preservación del medio ambiente, a la luz de lo que se ve ahora en el siglo XXI, donde se habla tanto de cuidar el planeta, hasta el propio Papa Francisco, otro argentino notable en el mundo, habla de preservar el planeta, y el General don Manuel Belgrano, en algún momento, habló sobre cuidar estas instancias, como si fuese sus primeras expresiones como ambientalista.

Cuando el rey Carlos III de Borbón conducía estas tierras, que habían recibido el nombre de Virreinato del Río de la Plata, se ocupó de conocer el país, en todas sus riquezas humanas y materiales. Observó qué se necesitaba hacer, y lo hizo, y se valió de personalidades y de planes, que muchos de esos planes no se han cumplido, por las vicisitudes de los tiempos y de la historia. Pero Carlos III de Borbón fue un anticipo de Manuel Belgrano. Cuanto él intentó hacer, cuanto él pudo hacer, fue completarlo de cierto modo por un sucesor, un hijo de la tierra, que volvió a ella para cumplir con un deseo, tal vez, de la Divina Providencia. Y aquí voy a referirme a un detalle de la historia nuestra, muy poco conocido. Belgrano, ya en la época de 1816, tuvo la oportunidad de cristalizar el ideal de Napoleón Bonaparte.

-   ¿En qué sentido? ¿A qué se refiere, Presidente?

El Emperador de los Franceses, en su lucha eterna con Inglaterra, reina de los mares y dueña de tantas islas, país conquistador y también civilizador, se había convertido en rival de Francia. Francia había perdido su flota de mar, ya no era la reina de las aguas. Pero el genio del Gran Corzo ideó un plan, Libertad América de la tutela española.

Es el precursor y es el autor de la libertad continental. Ese es un tema que muchos años atrás, cuando yo tenía 20 y pico de años, era polémico, podía traer catástrofes intelectuales. Mi madre, como todas las madres protectoras de sus hijos, pensó en que si yo adelantaba mis ideas siguiendo a Napoleón, cuyas ideas había exaltado Enrique de Gandía, en una conferencia dada en la Sociedad Científica Argentina, generosamente, es actualmente nuestra sede donde nos reunimos, me sugirió que no avanzara en ese ideal, en ese proyecto que se había descubierto entre los documentos, porque me iba a traer muchos enemigos en mi vida. Y como todo hijo obediente, seguí ese consejo. Y durante muchos años, hoy tengo 94, larga vida para este pobre pecador, me dije, ¿y a qué se debe que yo permanezca tanto tiempo sobre la redondez de la tierra? Tal vez porque tenga que cumplir con alguna misión. Y en un momento dado, se me ocurrió pensar que esa misión era, precisamente, revivir las comprobaciones, no las suposiciones, de Enrique de Gandía.

Y estoy en eso trabajando, tímidamente, lentamente, porque no me da la fuerza física de antaño para poder adelantar un tema tan fundamental para la historia de América y del mundo. Y de todas las opciones, opté por lo más simple, ir lanzando de vez en cuando breves sugerencias, breves ideas, para que las gentes fueran meditándolas, reflexionándolas, aceptándolas, rechazándolas, creyéndolas, considerándolas verasímiles, inverasímiles.

Pienso que este es el último mandato de Dios, y no es orgullo, a mi persona. Quise hacer algo para después, entonces, pasar a la inmortalidad, al más allá, al otro mundo, a la eternidad.


-      Profesor Gulló, lo que acaba de decir, o de anticiparnos, si bien usted en un momento lo define como que potencialmente le iba a provocar un cimbronazo a los estudios históricos de estas latitudes y de toda la América, le agradecemos, las nuevas generaciones le agradecen este aporte. Y quiero invitarlo a que podamos transitar un poco más detenidamente ya al final del mes de junio sobre este aporte tan valioso suyo sobre la gesta emancipadora y Napoleón Bonaparte. Si a usted le parece bien. Y también recordar ahora al conspicuo Enrique de Gandía, que si mal no interpreto, también fue fundador de la Academia Belgraniana, es cierto, es así, un gran historiador.

Dios me dé fuerzas para poder encarar este tema, no tal vez a la altura con que lo hizo el eminente maestro y consejero mío Enrique de Gandía, pero voy a dejar las semillas en tierra fértil.

-     Y se lo agradecemos mucho, Presidente.

Las semillas se convierten en árboles y los árboles crecen hacia la altura, no se arrastran.

-       Gracias, Presidente.

Manuel Belgrano Padre de la Patria, el legado de su Bandera y su paso por Corrientes: discurso del Señor Académico Presidente en Caá Catí, el 20 de junio de 2025.

  MANUEL BELGRANO PADRE DE LA PATRIA, EL LEGADO DE SU BANDERA Y SU PASO POR CORRIENTES   Compatriotas, buenos días! Manuel Belgrano ...